13/5/16

James Shapiro. El año de Lear


James Shapiro. 
El año de Lear. 
Shakespeare en 1606.
Traducción de Vicente Forés.
Cátedra. Crítica y Estudios Literarios. 
Madrid, 2016.

El 5 de enero de 1606 comienza el prólogo de James Shapiro a El año de Lear. Shakespeare en 1606, que publica Cátedra con traducción de Vicente Forés.

Shapiro evoca en ese texto inicial el espectáculo teatral preparado por la compañía de Shakespeare, The King’s Men, una mascarada en el Palacio de Whitehall, en la corte del rey Jacobo I, “comprometido en reparar la podredumbre política que su predecesora había causado.” 

Era el comienzo del año sobre el que Shapiro centra su atención, un año prodigioso en el que Shakespeare mantuvo un perfil bajo, permaneció en la sombra, actuó menos y,  por primera vez desde 1593, no publicó nada.

Pero fue un año prodigioso, porque en él escribió El rey Lear, Macbeth y Antonio y Cleopatra. Fue, como dice Shapiro, “un buen año para Shakespeare y un año terrible para Inglaterra”, un año marcado por el regreso de la peste y por una importante crisis de identidad nacional provocada por el reinado de Jacobo I, el rey de los escoceses, heredero del trono inglés. 

Shakespeare, copropietario del Globe y el autor de más prestigio de su época, tenía 42 años y podía retirarse porque disfrutaba de una holgada situación económica, “pero en 1606 – explica Shapiro- no estaba preparado para retirarse o relajarse con sus éxitos pasados; todavía tenía mucho que decir y aún no se había cansado del agotador régimen de escritura que había definido su vida desde la mitad de sus veinte años.” 

Poco después de aquella mascarada de la noche de Epifanía  Shakespeare completaría El rey Lear, en que había estado trabajando desde el otoño de 1605, y antes de que acabara el año 1606 terminaría las otras dos obras. 

Aquel otoño de 1605 se había frustrado un ataque terrorista católico organizado por los aristócratas que pretendían volar el Parlamento, matar al rey y a la cúpula política y provocar una carnicería de miles de muertos en Londres el 5 de noviembre de 1605.

Es la conocida como la Conspiración de la pólvora, cuyas consecuencias planearon durante mucho tiempo no sólo en la política inglesa, sino en la propia obra de Shakespeare, que pasaba en esa época de las obras históricas inglesas a las obras británicas y se adaptaba así a la nueva situación política presidida por un rey que sobrevivió a varios intentos de asesinato, pero en cuyo reinado la sospecha y el temor abren el camino de la guerra civil. 

Texto y contexto son los ejes de un relato potente y documentado de James Shapiro, profesor de la Columbia University, en busca de las claves del proceso creativo de Shakespeare, de su explosión espectacular tras la etapa de inactividad que arrastraba desde el final del periodo isabelino y de los efectos de los problemas políticos y los conflictos sociales y culturales sobre el teatro de Shakespeare en aquel reino escindido.

Generosamente ilustrado, este es “un libro que trata sobre lo que Shakespeare escribió en 1606 y sobre lo que estaba teniendo lugar en ese tenso periodo, porque los dos están tan íntimamente entrelazados que es difícil comprender el uno sin el otro.” 

Con la misma capacidad narrativa que desplegó hace dfiez años en 1599. Un año en la vida de Shakespeare, Shapiro construye un espléndido libro que tiene la fluidez de una novela y el rigor de un estudio académico rematado con un imprescindible ensayo bibliográfico.

Un libro que se cierra con un epílogo ambientado el 26 de diciembre de 1606, cuando la compañía de Shakespeare volvió al Palacio de Whitehall para representar El rey Lear, “la más enigmática de las obras sobre un reino dividido.”

Santos Domínguez