12/8/15

Suave es la noche


F. Scott Fitzgerald.
Suave es la noche.
Traducción de José Luis Piquero.
Hermida Editores. Madrid, 2015.

En 1934, casi diez años después de El gran Gatsby, F. Scott Fitzgerald publicaba Suave es la noche, su novela más confesional y más elaborada. 

Una novela que contiene dos historias: la de la superficie, con el triángulo amoroso formado por Dick Diver, el psiquiatra, su paciente-esposa Nicole y su amante Rosemary, y otra subterránea que proyecta los problemas personales de Scott Fitzgerald -las secuelas del alcohol, las dificultades económicas, los brotes esquizofrénicos de Zelda- en los vaivenes de su composición y en el ensombrecimiento progresivo que desde la segunda parte desmiente el comienzo luminoso y brillante de la novela en la Riviera francesa. 

Escrita con interrupciones durante ocho años, Suave es la noche es la crónica de un fracaso múltiple -el de los protagonistas, el del autor, el de su entorno- y el relato del desmoronamiento de toda una época -los alegres veinte que eran el telón de fondo de El gran Gatsby- cuyas ilusiones truncó el crack del 29, que inevitablemente se refleja en esta bajada a los infiernos, en esta anatomía del desastre, en palabras de Enrique Vila-Matas.

Con una nueva traducción de José Luis Piquero, Hermida Editores publica esta crónica de la bancarrota emocional -como la definió Scott Fitzgerald- en la que se precipita una pareja en caída libre, cada vez más alejada del verso de Keats -Tender is the Night- que le da título.

Santos Domínguez