15/11/13

Ammons. Basura y otros poemas


A. R. Ammons. 
Basura y otros poemas.
Edición bilingüe.
Versiones de Daniel Aguirre y Marcelo Cohen.
Lumen. Barcelona, 2013.


basura tiene que ser el poema de nuestra época porque la 
basura es lo bastante espiritual y creíble como para

embargarnos la atención, estorbando, poniéndose por medio, 
amontonándose, apestando, manchando los arroyos

Así comienza la segunda de las dieciocho secciones de Basura, un largo poema en dísticos que A. R. Ammons (Carolina del Norte, 1926 - Nueva York, 2001) publicó en 1993, aunque había empezado a escribirlo unos años antes, cuando se planteaba retirarse de la vida académica para ensayar las delicias del ocio, / la despreocupación y los modestos caminos vecinales y vivir con moderación, con el ascetismo suficiente para evitar /engordar.

La génesis de Basura la explica así Daniel Aguirre en su prólogo, Basura o la traducción entre el vertedero y el vertido:

Ammons buscaba un tema inagotable en 1987 cuando vio una montaña de desperdicios mientras conducía rumbo al norte por una autopista de Florida. Ammons mecanografió el poema, veloz e improvisadamente, en un rollo de papel para calculadora y luego partió el papel en dieciocho secciones de aproximadamente un pie de longitud. 
Semejante materia requería una forma flexible donde cupiera volcar la lengua en un persistente proceso de deformación: una forma dialéctica capaz de plasmar el incesante transcurrir entre lo concreto y lo abstracto, orgánico y lo inorgánico, lo hecho y lo deshecho, lo aprovechable y lo desechable, lo sublime y lo vil, la vida y la muerte. 

Con esa base se desarrolla este soliloquio poético en el que se suceden las reflexiones autobiográficas, la conciencia del tiempo y las alusiones a la realidad exterior: desde las cualidades proteínicas de los brotes de soja hasta los árboles, los talleres de escritura, los animales del jardín o ese buldózer que Ammons vio en un vertedero de Florida y desencadenó la escritura de un libro que, como sus Collected Poems veinte años antes, mereció el National Book Award.

Y en ese lugar intermedio donde se cruzan la mirada del poeta y el mundo tóxico se genera este poema sobre el residuo, sobre la materia pringosa que se convierte en imagen –metáfora y metonimia a un tiempo- del mundo y de la poesía, que es el resultado de un acarreo de materiales  muertos que se revitalizan en el texto para dar lugar a una reflexión sobre la vida y la escritura, sobre el proceso creativo.

Como en el vertedero de Florida, Ammons acumula en el texto materiales muy diversos y múltiples registros y tonos para expresarlos, desde las expresiones coloquiales y hasta groseras hasta las citas literarias encubiertas o los tecnicismos que se vierten en la página para que la voz del poeta nos devuelva reciclados esos residuos, convertidos en materia viva de la poesía, un vertedero donde siempre / cabrá crear espacio por compactación.

Por eso Basura está dedicado a bacterias, escarabajos peloteros, carroñeros, forjadores de palabras: los transfiguradores, restauradores.

Poco conocido en España, salvo por una traducción universitaria que publicó en Córdoba la editorial Plurabelle hace diez años y que ha circulado poco, el volumen que publica Lumen contiene la edición bilingüe de Basura, con traducción y prólogo de Daniel Aguirre, y una amplia selección de los Collected Poems, de la que se ha encargado Marcelo Cohen, que ha escrito también el epílogo Una constancia en el cambio.

De esa selección de los Collected Poems es este espléndido Entonces dije soy Esdras

Entonces dije soy Esdras
y el viento me azotó la garganta
animando los sonidos de mi voz
Escuché cómo el viento 
subía de mi cabeza hacia la noche 
Volviéndome al mar dije
             Soy Esdras
pero las olas no devolvieron el eco 
Las palabras se consumían
en la voz de la espuma 
o saltando sobre el oleaje 
se perdían mar adentro
Por los campos blanqueados y ruinosos 
moví los pies y dando la espalda al viento
que arrancaba cortinas de arena
de la playa y como nieblas
la arrojaba entre las dunas 
oscilé como si el viento me alejara 
y dije
            Soy Esdras
Así como una palabra demasiado repetida 
se despega del ser 
yo Esdras salí a la noche 
como una racha de arena 
y me zambullí en las avenas encrespadas 
que aferran las dunas 
de mares no recordados


Santos Domínguez